De repente, Tomás, sigues estando.

Querido Tomás,

de repente, de forma azarosa, me has venido a la cabeza. Y por un momento he tenido miedo de darme cuenta de que hacía tiempo que no pensaba en ti. De que el tiempo desde que te fuiste va pasando, y tu recuerdo en mí desvaneciéndose.
Pero entonces he recordado que hace bien poco que, al usar una expresión que tú me enseñáste (brown nose), durante un brevísimo instante, me acordé de ti. Me ha aliviado recordar cuánto de ti hay en mí, tu legado. Enseñanzas, momentos, alegrías, tristezas y amor. Y todo eso te hace parte de mí en el día a día, aunque a ratos no sea explícito.
En fin, que es reconfortante saber que a medida que voy transitando mi camino sigues presente en él.
Muchas gracias Tomás, un beso.

Deixa un comentari